lunes, 26 de febrero de 2007

INTERNET SIN CENSURAS

Por fin, después de los preparativos, aquí estoy escribiendo la primera entrada de mi blog. Muchos temas e ideas se hubiesen merecido el honor de ser los primeros en la lista, pero había que elegir uno, y como quiera que nada de esto sería posible sin una red verdaderamente libre he decidido comenzar mi blog hablando de Internet y de la amenaza censora que se cierne sobre nosotros.
Vivimos en una sociedad, la occidental, en la que lejanos quedan ya los tiempos en que se quemaban libros, se encarcelaba a pensadores rebeldes y se prohibían determinados pensamientos. Sin embargo, entre los dirigentes políticos a uno y otro lado del atlántico crece cada día con más fuerza el deseo de que la tijera censora entre en la red para, faltaría más, protegernos de todo lo indeseable que habita en la red de redes. Esta fiebre censora es ya tan grande que algunos gobernantes se atreven a hablar abiertamente en público de limitar contenidos, de acabar con el anonimato y de legislar sobre lo que podemos y no podemos "colgar" en la red.
Ante ésto, la pregunta que cabe hacerse es evidente; ¿por qué?
A nadie le extraña que en países como China o Cuba internet no sea libre, después de todo hablamos de dos crueles dictaduras, pero imagino que a todos nos asombra que en nuestra sociedad moderna occidental los gobernantes, como hace unos días en Alemania, hagan público su deseo de introducir límites en la libertad digital.
Los políticos suelen temer aquello que escapa a su control, por eso temen lo que Internet puede suponer para sus objetivos. No olvidemos que a todo político le mueve un objetivo primordial que es la reelección, bien sea la propia o la permanencia de su partido, y la posibilidad de que exista un vehículo de información tan potente como es Internet podría poner en peligro este fin en según qué circunstancias. Creo que todos tenemos claro que los medios de comunicación tradicionales están de algún modo alineados con una u otra opción política, no hay más que leer dos periódicos, escuchar dos emisoras de radio o ver dos cadenas de televisión para darse cuenta de que cada uno cuenta las noticias según convenga. (Por supuesto que hay excepciones, pero la verdad es que son pocas.)
Frente a este sistema de información contaminado y tradicional, se alza la libertad digital, la que habita en el mundo virtual y la que paradojicamente es en estos momentos la más "real". En la red todas las ideas tienen la misma cabida, todas las opciones encuentran eco, todos los pensamientos pueden ser expresados y desarrollados. Todo esto, con una única condición, despertar el interés de la gente.
Es cierto que en la red se esconden amenazas, pederastas, estafadores, terroristas, sectas y todo tipo de gentuza de variopinto pelaje, pero no es menos cierto que todos ellos caminan a diario por nuestras ciudades y no por eso han de ser demolidas. La carretera se lleva cada año miles de vidas y no por eso se prohibe circular, se comenten montones de delitos por las noches y no por eso se instaura el toque de queda... en fin, que con Internet se pretende aplicar el viejo tópico de matar moscas a cañonazos. Convertir el único espacio real de libertad y democracia en un estado policial no es ninguna solución, no lo es de ningún modo, y por más que se empeñen en disfrazarlo de bondad y de interés por nuestro bienestar no dejaremos de criticarlo.
Despertar las conciencias, educar, hablar de cosas que nos interesen a todos, alejarse de debates estériles... en definitiva, economía de mercado y democracia con mayúsculas. SI YO FUESE POLÍTICO, TAMBIÉN TENDRÍA MIEDO.